viernes, 3 de agosto de 2012

Reportaje Histórico Stephen Hawking


Stephen Hawking

Mito que seduce a la utopía

La escudería que complementa la sabiduría del hombre indudablemente es el conocimiento, sin embargo, puede llegar a convertirse en un arma de doble filo. Así lo afirmaba Sócrates, uno de los filósofos más importantes de la historia, “sostiene con insistencia que nada sabe, y que solamente es más sabio que otros por saber que nada sabe”. (Russell, 2007, p. 128). He aquí la gran paradoja, ¿la humanidad debería conocer quién o qué creó el Universo?.

Stephen Hawking, brillante y controversial físico, cosmólogo y divulgador científico británico, tiene una opinión bastante lógica al respecto, para él la vida no tendría sentido si la humanidad lo conociera todo. Con 70 años, y a pesar de sus limitaciones físicas, causadas por la enfermedad motoneural que padece desde sus 21 años, su pasión sigue siendo escudriñar entre los enigmas para conseguirle una explicación legendaria a la creación del Universo.

Es el enigma más magnánimo que pueda existir, pero al mismo tiempo, el más tentador; el más seductor, y su respuesta cautiva los conocimientos de Hawking. El 80% de su vida ha sido descubrir, y aún se siente en condiciones de conquistar una gran teoría, la más cercana a la utópica realidad.
Stephen Hawking. Foto: Internet

La trayectoria de su carrera se fue construyendo como la de un verdadero científico, entre experimentos; entre ensayos y errores, y refutando sus propias teorías. Nuevos descubrimientos, más preguntas, menos respuestas, pero muchos conocimientos que hoy lo hacen el cosmólogo más irreverente de la historia, un hombre que tiene la valentía y las razones que muchos no tuvieron para desafiar a la religión, el imperio más grande que ha podido existir.

Tal vez haya una única explicación al gran enigma, y para Hawking “En el Universo primitivo está la respuesta a la pregunta fundamental sobre el origen de todo lo que vemos hoy, incluida la vida”. Pero todas estas conjeturas probablemente forman parte de la simulación “… es infinitamente más poderosa ya que permite siempre suponer (…) rescatar un nivel absoluto de realidad”. (Baudrillard, 1978, p. 43). A partir de deducciones, Hawking desarrolló lo que metafóricamente se podría llamar “la teoría del escepticismo” o bien, “la teoría de las dudas”, y ha sido, en síntesis, el descubrimiento de más y más interrogantes que le seguirán dando sentido al recorrido de la vida humana.  

El gran rival

Existen hipótesis contundentes que pudieran dejar en tela de juicio la posible “verdad verdadera” del origen del universo. “… hay dos tipos de conocimiento general que se caracterizan por su certeza o seguridad. Uno es nuestro conocimiento de proposiciones evidentes.  El otro es la fe”. (Van Doren, 2006, p.27), es aquí donde se introduce la rivalidad de Hawking con el imperio monopólico creyente “más fuerte” que ha sobrevivido a la evolución de la humanidad, es decir, ciencia Vs religión.

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Este es el lugar y momento de encuentro de dos potentes teorías que intentan hallar el misterio más profundo y disuasivo que haya podido existir. La ciencia, representada por Hawking, se ha convertido en el desafiante más fuerte, mediáticamente comparado con las ideas y planteamientos de Galileo Galilei, Isaac Newton y Albert Einstein, cada uno de ellos rebelde a su manera y cada uno con una visión radicalmente nueva del Cosmos. Todos ellos cambiaron el mundo descifrando una parte del Universo, partiendo del lenguaje de las matemáticas, desde lo cotidiano hasta lo que parecía inalcanzable. Un cuarteto de sabios que ha intentado hallar a través de investigaciones, lógica, razón y conocimientos respuestas en un espiral del silencio, donde la antigüedad sería el aliado perfecto para ganar la batalla.

“No soy religioso en el sentido normal de la palabra. Creo que el Universo está gobernado por las leyes de la ciencia. Esas leyes pudieron haber sido creadas por Dios; pero Dios no interviene para romper las leyes” (Stephen Hawking, periódico The Times). El cosmólogo no descarta la posibilidad de que exista un ser supremo, sin embargo, no comparte la idea de que esa figura celestial haya creado un universo tan perfecto en un parpadeo.

El Universo en un agujero negro

            El agujero negro es aquella región del espacio, cuya densidad, provocada por una gran concentración de masa en su interior, genera un campo gravitatorial, que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ella. Hawking sugiere que después del Big Bang se formaron diminutos agujeros negros primitivos. Continuando con su investigación, calculó en 1974, que los agujeros negros debían emitir térmicamente partículas subatómicas, hasta que gastan su energía y se evaporar, ello es lo que hoy por hoy se conoce como radiación de Hawking.

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La unificación de la Teoría Cuántica con la Teoría de la Relatividad de Einstein trajo como consecuencia un nuevo descubrimiento científico liderado por Hawking, y fue el descubrimiento de que los agujeros negros no eran totalmente negros, sino que podían emitir radiación y eventualmente evaporarse y desaparecer.

Dentro del marco de su investigación sobre los agujeros negros, Hawking, trabajó en conjunto con Roger Penrose en los antecedentes de Einstein, donde llegaron a la conclusión que el espacio y el tiempo han de tener un principio en el Big Bang, y un final dentro de los agujeros negros. Sencillamente, esta es la explicación del origen y fin del Universo.

Una voz en silencio

Millones de personas en el mundo sufren de problemas de parálisis, movilidad reducida, comunicación o amputaciones. El brillante Stephen Hawking padece de una enfermedad motoneural relacionada con la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que ha ido agravando su estado con el pasar de los años, hasta dejarlo casi completamente paralizado, pero esto no ha sido limitación para divulgar sus investigaciones, hoy por hoy se comunica a través de un aparato generador de voz, con tecnología de interfaz cerebro máquina o BCI (Brain Computer Interface), Hawking es un ejemplo de que la ciencia no tiene limitaciones, y que el conocimiento es la escudería del hombre.

A los 21 años le diagnosticaron la enfermedad y le anunciaron que no viviría más de tres años. La ELA es una enfermedad que afecta a las neuronas motoras que se van degenerando progresivamente. Causa la pérdida de movilidad y los músculos se atrofian. Los síntomas se presentan al comienzo de la enfermedad en los brazos y piernas y se van extendiendo al resto de las funciones motoras voluntarias. Mientras la enfermedad va avanzando se presentan problemas para hablar, tragar y respirar, pero no afecta a las neuronas sensitivas ni al entendimiento, asimismo se mantiene la función sexual y el movimiento de los ojos.
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“Tenía una nube sobre mi futuro, descubrí para mi sorpresa, que estaba disfrutando de la vida en el presente más que en el pasado” (Orbe, 2012, alt1040), palabras de Hawking que demuestran que a pesar de la adversidad física por la que estaba atravesando, no había motivo alguno para desfallecer y no continuar disfrutando de la vida, a la que puede llamar “el descubrimiento del todo”.

Stephen Hawking, no solo es uno de los cosmólogos más brillantes de la historia, sino que también es dueño de una voluntad inconmensurable. Día a día trata de construir la estrategia perfecta para conquistar a su eterna enamorada, la respuesta más cercana a la creación del Universo.

            Siempre Hawking mantendrá un carta bajo su manga para defender su posición como representante de la ciencia, “… existe una diferencia fundamental entre ciencia y religión. La religión se basa en la autoridad, y la ciencia se basa en la observación y la razón. La ciencia vencerá porque funciona”. Es así como el mito seduce a la utopía de querer conocer lo prohibido.