El corazón de Chernobyl
La cultura
audiovisual en cada país es distinta, pero toda producción mantiene un mismo
objetivo, independientemente de la forma en que haya sido construido el rodaje.
El corazón de Chernobyl es un relato
que muestra la dura realidad que está viviendo una población ubicada al
noroeste de Ucrania. Las acciones del hombre arrastran consigo consecuencias en
ocasiones letales, por no llamarlas autodestructivas, que atentan directamente
en contra de la integridad humana.
Hace más de dos
décadas, en la pequeña población de Chernobyl, durante una prueba en la que se
simulaba un corte en el suministro eléctrico de la planta, el reactor número cuatro
de la central, explota, y los efectos de la radiación continúan destruyendo tortuosamente
a las personas de la región.
La historia de Chernobyl
se comprime en una crónica plasmada en un material documental que permite
revivir la tragedia, imaginar el momento, sensibilizar el lado humano, despertar
y conocer realidades ocultas en la singularidad de lo común, de lo que está a simple
vista.
El film de Maryann
De Leo, titulado El Corazón de Chernobyl,
en 38’40’’ describe la cruda verdad de la situación que vive la región ucraniana.
Los efectos de la explosión de radioactividad causaron daños irreparables en el
medioambiente, deformaciones genéticas y un gran número de muertes fueron el
resultado de las consecuencias devastadoras de aquel 26 de abril de 1986.
Uno de los mayores
desastres medioambientales de la historia ha sido narrado por Adi Roche,
directora del “Proyecto niños de
Chernobyl”, una valiente mujer que lideriza el relato de esta producción.
Hace un recorrido que muestra detalladamente el rumbo que tomó el accidente
nuclear más grave que haya sucedido.
El documental
revive el efecto devastador de lo ocurrido, muestra la dura realidad que
enfrentan los niños de Chernobyl, las víctimas potenciales de este trágico
hecho. La radioactividad emitida por la explosión causó enfermedades letales
como el cáncer de tiroides, enormes tumores malignos, condiciones mentales,
pero la más lamentable consecuencia de ello ha sido el abandono y hacinamiento
de los niños enfermos a raíz de los efectos de la radiación.
El corazón de
Chernobyl no es más que un producto audiovisual que transporta imaginariamente
a la humanidad a una realidad desconocida. Aunque no es un material con un
apoyo visual impecable, se logra equilibrar con la narración –en acento español
y subtitulada- adecuada para lo que se quiere dejar ver. El trabajo audiovisual
es construido bajo las técnicas básicas de producción: planos medios, ángulos
rectos, transiciones cortas y precisas, que parecen suficientes para divulgar
la historia de Chernobyl en un film.
La tragedia metafóricamente
puede ser comparada con una novela real, que pudo haber sido un cataclismo
visual si las estrategias de producción hubieran sido totalmente óptimas para
mantener un equilibrio entre los sentimientos y el contenido informativo de la
situación en Chernobyl.
Aún así, continua
siendo interesante la historia en la que no se ha escrito un final. La
explosión de la central eléctrica de Chernobyl solo dejó escapar un 3% de la
radioactividad contenida en el reactor cuatro, ¿qué sucederá con el 97%
restante? ¿Chernobyl desaparecerá o renacerá?